El despegue y la consolidación de los festivales flamencos en la segunda mitad del siglo XX supusieron una importante transformación en la historia de este viejo arte. Desde Andalucía, especialmente desde la provincia de Sevilla, los pueblos y ciudades con una más enraizada tradición flamenca empezaron a organizar festivales de verano, donde se daban cita las grandes figuras del cante, el toque y el baile, y marcaron así un hito en la historia del flamenco. Recuperar la memoria de los festivales flamencos es el objetivo central, para el nuevo Museo de los Festivales Flamencos de La Puebla de Cazalla.
Si ahondamos en la evolución del cante flamenco a lo largo del siglo XX, consecuencia de su devenir histórico en el siglo anterior (época de los cafés cantantes, las reuniones de cabales…), nos encontramos con que, a principios de la centuria y hasta los años 50, el cante estaba atrapado en la llamada etapa de la denominada “ópera flamenca”, donde primaban los cantes ligeros, como los fandangos y cantes de ida y vuelta. A partir de los años 20, los cafés cantantes empezaron a desaparecer, y la fórmula de las tournés y los espectáculos de variedades absorbieron a los artistas flamencos, cayendo el cante jondo en un cierto desuso o degradación. Sin embargo, al mismo fue una época de revisión reflexiva acerca de los caminos que estaba tomando el flamenco. A ese fin se orientó el Concurso de Cante Jondo de Granada de 1922, organizado, coincidiendo con las fiestas del Corpus granadino, por Manuel de Falla, Andrés Segovia, Fernando de los Ríos y Federico García Lorca, entre otros. Era un gesto en defensa de los valores que consideraban “esenciales” del cante jondo y destinado a la recuperación de aquellos cantes que, según los organizadores, estaban en riesgo de desaparición. Esa fecha de 1922 marcó un hito en la historia del flamenco, aunque el apogeo de los concursos y los festivales flamencos tendría que esperar aún algunas décadas. El testigo de Granada lo recogió la ciudad de Córdoba, que en 1956 organizó el I Concurso de Cante Jondo, que al año siguiente pasaría a denominarse II Concurso Nacional de Cante Jondo y Cante Flamenco, y finalmente, en 1958, III Concurso Nacional de Cante Flamenco. Pero no olvidemos que se trataba de concursos, no de festivales de flamenco.
Entretanto, en la provincia de Sevilla ya habían empezado a tomar forma los festivales flamencos, organizándose por vez primera en 1957 el “El Potaje Gitano de Utrera”, que logró convertir una fiesta privada en un acontecimiento público,y al que se sumaría en 1962, la primera edición del Festival de Canciones y Cante Flamenco de Mairena del Alcor. Su promotor fue Antonio Mairena, galardonado ese mismo año con la Llave de Oro del Cante, y que trazó la transición del flamenco de las ventas a los festivales y, con ello, el camino hacia la profesionalización del flamenco. A él y a su equipo de colaboradores, como Francisco Moreno Galván, corresponde el mérito del impulso de la creación de los tablaos, la incursión del flamenco en la Universidad, y la aparición de otros festivales flamencos en pueblos de Sevilla, Cádiz, Córdoba…
Con el tiempo, el arte flamenco, declarado en 2010 por la UNESCO “Patrimonio Inmaterial de la Humanidad”, ha ido trascendiendo fronteras. De modo que hoy en día es posible encontrar festivales de flamenco en países como Francia, Reino Unido, Alemania, Holanda, Estados Unidos o Japón.
En suma, los festivales nos han dejado el legado de los grandes maestros, el testimonio de una época del flamenco, y constituyen una fuente de conocimiento digna de estudio, de hacer memoria, que es trabajar por nuestra identidad, nuestra historia y nuestra cultura. Hacia ahí apunta este Museo de los Festivales Flamencos de La Puebla de Cazalla.
El criterio del mismo gira en torno a la recopilación de materiales gráficos y audiovisuales de la historia de los festivales flamencos de la provincia de Sevilla, de Andalucía y Murcia, e ir ampliando con el tiempo su radio geográfico dando cabida a los más importantes festivales flamencos de España, de Europa, Norteamérica y Japón.
El visitante tendrá acceso a través de pantallas táctiles, encontrando en ellas todo tipo de documentación: cartelera, fotografías, archivos sonoros y de video, entrevistas, y actuaciones.
PRÓXIMA APERTURA
DIRECCIÓN DEL MUSEO: Hacienda la Fuenlonguilla
Teléfono de interés: 955 291 013
E – mail: cultura@pueblacazalla.com