La historia de La Puebla de Cazalla discurre paralela a la de su curso de agua, el río Corbones, desde la presencia del hombre en Andalucía allá por el Paleolítico.
Tras formar parte del Ducado de Osuna durante prácticamente toda la Edad Moderna, fue en 1502 cuando Don Pedro Téllez Girón, Conde de Ureña y maestre de la Orden de Calatrava, establece las bases de la Carta Puebla que propiciará la fundación en su actual emplazamiento del pueblo. Este documento vendrá a completar el topónimo de la villa: La Puebla de Cazalla.
Desde entonces y hasta ahora La Puebla y sus habitantes, moriscos y moriscas, han ido formándose como pueblo, imprimiendo a la zona ese sello de los pueblos con solera que caracterizan toda la geografía andaluza. Somos un pueblo de toreros y rejoneadores como Antonio Fuentes Zurita o José Ignacio Vargas; de grandes cantaores cuyos quejidos traspasan nuestras propias fronteras como José Meneses, Diego Clavel, La Niña de la Puebla o Miguel Vargas; de relevantes críticos de arte como José María Moreno Galván o de compositores y pintores como Francisco Moreno Galván.
Flamenco, arte y naturaleza dan impronta a esta localidad situada entre dos comarcas naturales (La Campiña y la Sierra Sur). Es eje de comunicación entre Sevilla y Andalucía gracias a su situación estratégica en la autovía A-92.
Es en este municipio sevillano donde se ubica el Museo de Arte Contemporáneo José María Moreno Galván vinculado a la voluntad de rendir homenaje al crítico de arte José María Moreno Galván, fallecido en 1981, y de mantener viva su inquietud por acercar al pueblo el complejo fenómeno del arte contemporáneo.
Los extensos y ricos parajes naturales que alberga La Puebla de Cazalla constituyen, junto con su patrimonio cultural y monumental, los principales atractivos de la localidad, que cuenta con una impresionante red de senderos con 12 rutas por la sierra morisca.
El flamenco es parte esencial de la idiosincrasia morisca. Calles, plazas y rincones atesoran el quejío flamenco que se vuelve esencia en el mes de julio gracias a la Reunión de Cante Jondo que aúna a la perfección presente y futuro de cante, el toque y el baile flamenco. El Flamenco forma parte de la cultura popular. De hecho, en 2018 -durante el 50 aniversario- la reunión de Cante Jondo fue declarada Acontecimiento de Interés Turístico porque en su esencia, este acontecimiento pone de relieve «la riqueza y variedad del patrimonio andaluz».
Todo ello al alcance del visitante, que durante esta semana veraniega se alimenta incluso con turismo internacional que viene a vivir las raíces moriscas.
Por otro lado, el calendario de fiestas y tradiciones se llenan de vivencias únicas. Es el caso de la tradición de Reyes Magos, ya que el municipio es el primero que visitan sus Majestades de Oriente en el mediodía del 5 de enero. En la Plaza del Ayuntamiento se concentran niños y mayores para cantar “Diego toca las campanas que son las doce de la mañana. Melchor, Gaspar y Baltasar que nos echen ya”. Es al toque de las doce del mediodía cuando los regalos esperan ya en los hogares moriscos.
Cuenta la tradición que Diego, al que hace referencia la canción, fue Diego Torres Delgado, sacristán del Convento de la Candelaria. Aunque hay muchas historias, anécdotas y curiosidades que se narran en referencia a esta peculiaridad morisca, el único dato que puede ser más fiable es que a las 12 de la mañana es el Ángelus, y era obligación y tarea del sacristán tocar las campanas, llegando esa hora.
La Puebla de Cazalla es tierra de valientes personas que buscan su futuro fuera de sus casas, de ladrillos, de aceitunas y aceite, pero principalmente es tierra de gente abierta y hospitalaria, donde las costumbres culinarias encierran tradición y buen gusto, a partes iguales.
Los visitantes podrás apreciar nuestros platos típicos como: aceitunas aliñas, el cocido, el gazpacho andaluz, la jarria (variedad del salmorejo), patatas con bacalao, el “majaillo” o los guisos de espárragos y tagarninas.
Entre los dulces típicos destacan los ‘entornaos’ que son empanadillas de cidra hechas al horno, tortas fritas, tortas de manteca, empanadillas, gachas y roscos de San Blas que son bendecidos en la tarde del 3 de febrero en la puerta de la Parroquia.
Visitar La Puebla de Cazalla ofrece una experiencia única gracias a sus atractivos turísticos que la hacen única.